domingo, 14 de septiembre de 2014

Renuncia de Porfirio Diaz 2

El mismo día 25 de Mayo de 1911, a las 23 horas salió de su casa, sito calle de Cadena # 8 (actualmente Venustiano Carranza) para ir a la casa del Gobernador  Fernando González y el 26 de Mayo marchó rumbo a la Estación de San Lázaro, acompañado por un señor de apellido Brown, en el automóvil del Gobernador González. En dicha estación esperaban un tren explorador con tropa selecta y otro para el General Porfirio Díaz Mori en el que iba parte del 25º. Batallón a las órdenes del General Victoriano Huerta, quién fue designado por Don Francisco I. Madero para tal efecto.

En el camino, el tren fue asaltado - en una ocasión - por una partida de los revoltosos, en la Estación de Tepeyahualco por lo que detuvo su marcha; El General Huerta da la orden y el Cuerpo de Zapadores bate al enemigo.

Al llegar a Veracruz fue recibido por el Gobernador Teodoro A. Dehesa; como llegó enfermo, fue recluido durante 3 (tres) días bajo la bandera británica en la casa Pearson.  Salió del país con destino a Francia el  31 Mayo de 1911 a las 17 horas en el vapor alemán “Ipiranga”, acompañado de su familia. El encargado de rendirle los últimos honores fue el General Victoriano Huerta

Se instaló en la Ciudad de París,  donde permaneció hasta su muerte acaecida el Viernes 2 de Julio de 1915 a las 18 horas 30 minutos en su domicilio, el apartamento 28 de la Avenida del Bosque de Bolonia.

Sus restos se depositaron en la Iglesia de Saint Honoré d’Eylau, pero el 24 de Junio de 1922 se trasladaron los mismos al Cementerio de Montparnasse.

El General Don Porfírio Díaz Mori gobernó la República Mexicana del 23 de Noviembre de 1876 al 11 de Diciembre de 1876 , del 16 de Febrero de 1877 al 4 de Mayo de 1877, del 5 de Mayo de 1877 al 30 de Noviembre de 1880, del 1 de Diciembre de 1884 al 25 de Mayo de  1911.   

Ver en Anexo III.- Condecoraciones nacionales, internacionales y premios otorgados al General Porfirio Díaz Mori.

Nota.- Un alto funcionario de la Standad Oil confesó todas las maquinaciones del presidente de E. U. A. y de los inversionistas de dicha compañía. Sus iniciales eran R. R. S. Declaración publicada por el periódico El País, el Domingo 31 de Agosto de 1913.

 …..dicho funcionario era conocido porque decía: yo he estado evitando que la intervención vaya a México…. Uds saben que la Standard Oil ha controlado casi todo el petróleo del mundo……… El petróleo mexicano, lo necesita por la buena o por la mala y por lo mismo la compañía ha puesto atención en México por considerar a dicho país el # 1 del mundo. Y a pesar de todos los esfuerzos que ha hecho para tener el control total del petróleo mexicano no ha podido lograrlo. Nosotros necesitamos el petróleo mexicano, a cambio daremos un empréstito de $200’000,000 (doscientos millones de pesos) y pagaremos al gobierno mexicano 12.5 centavos por barril de petróleo extraído y nos comprometemos a que no vuelva a haber una sola revolución mas  en este país…….Cuando se le preguntó ¿porqué no habría mas revoluciones?, contestó: es bien sencillo, todas las revoluciones  nacen, viven y se alientan en el sur de los EE. UU., y una vez que la compañía petrolera tenga en su poder  el petróleo, no permitirá se fomente revolución alguna ahí. Porque cualquiera que se organizara atentaría contra sus intereses. …….Cuando Francisco I. Madero estuvo en San Antonio, se le permitió organizar grupos en todo el sur de E. U….….se le proporcionó armas, cartuchos y todo lo necesario, …….………

 Para no ir mas lejos, le comentaré lo que vi en Tejas cuando la revolución maderista. Recordará que el gobierno norteamericano envió a la frontera tropas - para que vigilaran e hicieran respetar las leyes de neutralidad - 17,000 (diez y siete mil) hombres llegaron a San Antonio, Texas……Los Generales Carter y Duncan, al llegar a dicha ciudad, quisieron probar a sus hombres. Al sur de San Antonio corre un caudaloso río. Los Generales de aquéllas tropas les hicieron avanzar hasta cerca del río y les dijeron, que aquello era la frontera y que, puesto que había llegado la hora de intervenir en México, debían atravesar el río. ¡Había que ver!, el pánico se apoderó de la tropa en su mayor parte. Casi todos los soldados arrojaron a un lado sus uniformes, armas y equipo y se negaron a cruzar el río, muchos alegaban ser extranjeros y era verdad, el ejército norteamericano hasta la fecha  es cosmopolita……… 

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